Aquí presentamos todo un clásico que tiene lugar en el aula, en una fiesta de cumpleaños de un alumno con sus familias, pero el juego de las sillas se puede practicar entre hermanos, con las sillas y música o en el parque con la familia o con los amigos. Además, después de eso se puede jugar al "Simon Says" o Simon dice, en el que los padres dirán que se toquen alguna parte del cuerpo o hagan algo y ellos lo tendrán que hacer, quedando descalificado quien no lo haga. A través de este tipo de actividades conseguiremos que se diviertan, que se rían, que se lo pasen bien, y que además desarrollen su equilibrio, lateralidad y psicomotricidad gruesa, ya que la fina la desarrollan casi continuamente escribiendo o haciendo las pequeñas cosas cotidianas. ¿Vamos a ver quién es más rápido en coger una silla?... Pues... ¡Música Maestro! ¡Comienza el juego!
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